La noticia movió el avispero. Después de que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió prohibir el uso de los celulares en las escuelas porteñas, las autoridades educativas de nuestra provincia también empezaron a debatir el tema.
Varios países, como Francia, Italia, Bélgica y Países Bajos ya restringieron la utilización de dispositivos en las aulas.
Las iniciativas está alineadas con el informe más reciente de la UNESCO sobre educación y tecnología, el cual destacó que los datos de evaluaciones internacionales a gran escala, como los ofrecidos por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC y el rendimiento de los estudiantes”.
En Tucumán, la secretaria de Educación, Gabriela Gallardo, fue la encargada de dar la opinión oficial respecto del uso del celular en la escuela.
“Es un tema controversial y complejo que no puede ser analizado desde la influencia de un solo factor. Por un lado, reconocemos que en reiteradas ocasiones son una fuente de distracción en las escuelas, y que su uso inapropiado puede afectar el rendimiento académico de los estudiantes; las notificaciones y el uso constante tanto de las redes sociales como de otras aplicaciones pueden desviar la atención de los alumnos en el aula”, apuntó.
Sin embargo, según señaló, también entiende que son herramientas muy útiles al momento de acceder a información, tomar notas o usar aplicaciones educativas, y que muchas veces representan un apoyo en la accesibilidad. “Actualmente, el uso de dispositivos personales digitales facilita el acompañamiento de las trayectorias escolares en aquellos estudiantes que lo requieran como apoyo para el aprendizaje”, especificó.
Desafío
“La escuela se encuentra ante el desafío que se presenta a partir de la necesidad de concientizar sobre el uso saludable de la tecnología, donde resulta fundamental educar ciudadanos digitales responsables. Como institución, junto a las familias, las escuelas ocupan un rol fundamental en la enseñanza de la autorregulación, el uso responsable y el buen manejo de los dispositivos tecnológicos”, remarcó.
De acuerdo a su punto de vista, el contexto y las necesidades específicas del aula son los factores importantes para decidir cómo manejar el uso de celulares en las clases.
“Las actividades planificadas para el trabajo en clases tienen que promover un uso seguro de los celulares para que los estudiantes puedan aprender a buscar información, manejar aplicaciones y utilizar de manera responsable la inteligencia artificial”, opinó.
VIDEO. Para los chicos, el celular tiene cosas buenas y sí los distraeSobre la necesidad de desarrollar propuestas específicas para el uso del celular, dijo: “Es un dispositivo que nos acompaña en todos los ámbitos de nuestra vida, y es importante que su integración en el espacio escolar se dé en el marco de propuestas que promuevan su utilización crítica y creativa, porque tampoco podemos desconocer que el uso de los celulares está inmerso en sus consumos culturales. De este modo, optando por una posición de equilibrio, la escuela se enfrenta al desafío de incorporarlos acompañando el uso de estos dispositivos con recursos y con propuestas de aprendizaje que vayan en sintonía con las realidades sociales de los estudiantes, y que al mismo tiempo les generen motivación”.
Finalmente, señaló que desde este Ministerio de Educación provincial, consideran fundamental el acompañamiento a la planificación de los docentes con orientaciones y recursos que les puedan ser útiles al momento de trabajar el uso del celular con los estudiantes. “Es en ese marco que, por ejemplo, los talleres iniciales multidisciplinares para el nivel secundario de este año se orientaron al uso de la inteligencia artificial, como también a distintas acciones que se están planificando para llevar a cabo en los meses que restan de clase, en las que se abordará este tema en vinculación con la convivencia escolar”, concluyó.